Lo sabías...


Llegué al porche y toqué el timbre. Estaba sólo.

De inmediato, me abrieron la puerta y me hicieron pasar.

Desde la entrada de aquella casa, se escuchaba un leve murmullo que iba creciendo a medida que me acercaba a lo que era una fiesta. Entre toda la gente bailando al unísono, no encontraba a nadie conocido. Cada quién parecía estar en una burbuja impenetrable.

Pronto, sentí que me miraban. Eras tú.

Atenta, sin decir nada ni romper el contacto visual, te fuiste acercando y me regalaste una sonrisa. Porque en el instante en que te vi me enamoré, y lo sabías.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me encantaría recibir un comentario tuyo <3