Al fin estoy en mi departamento
sola.
Por un momento no puedo creerlo,
pero mi perro pidiéndome comida mientras voltea una y otra vez su tazón
haciendo bulla me devuelven a la realidad. Antes de irme a cumplir con mi rol
de buena dueña, doy un vistazo más al camión de mudanzas que arranca y se
marcha, perdiéndose entre el tráfico, y quedo a mi suerte en mi nuevo departamento.
Hay tantas cosas que moría por
hacer en casa de mis padres y nunca hice… Habían tantas prohibiciones que estoy
aquí parada en el medio de lo que se supone es la sala sin saber qué hacer
primero…
Pronto, nuestra adolescente
incomprendida se quedó dormida. Sin embargo, cuando despertó se percató que la
caja con el televisor que se había comprado con todo su último sueldo, y que
aún no acababa de pagar porque le faltaban 3 cuotas más, había desaparecido.
Refunfuñando, empezó a buscarlo por
todo el pequeño lugar, hasta que se percató que la puerta principal había
quedado un centímetro abierta. Cuando se acercó y la abrió, se encontró con el
tapete dado vuelta y la llave no estaba. En ese momento, comprendió por qué su
madre le había dicho que no la dejara ahí. Es más, empezó a comprender miles de
otras cosas, y también que ella no estaba sola en el mundo. Mucho menos era la
única que veía esas estúpidas series americanas dónde todos esconden
estúpidamente la llave de sus casas en el mismo lugar.
jajajaja....Nayita Yo por eso nunca suelto mi llave mas vale no tener escondites y traerla siempre contigo <3
ResponderEliminarjajajaja... verdad que sí? yo tengo una amiga que antes (espero) escondía su llave en la única maceta frente a la puerta de su casa... -_- todo el mundo lo sabía. Que nervios!
EliminarGracias por tomarte la molestia de pasar por acá. :)