Sé que hay muchas personas que los
odian y la verdad es que no entiendo por qué, a pesar de la utilidad que
ustedes me han brindado, los recuerdan con tan mala cara. Debe ser que como
nunca les prestaron atención, hoy en día están sufriendo las consecuencias de
no gozar de sus conocimientos como yo lo hago.
Jamás olvidaré esas clases de de
literatura, dónde aprendí a escribir decente. Tampoco la clase de Problemáticas
Globales, en la que descubrí que no todos viven en mi burbuja y que existe
gente mucho menos afortunada que yo. No olvidaré jamás la clase de Razonamiento
Crítico, dónde aprendí a abogar por las versiones de los hechos desde todos los
puntos de vista, a ser tolerante y, a aceptar a otras culturas y realidades
diferentes a la mía. En Sociología, aprendí el verdadero significado subliminal
de miles de palabras que jamás volveré a usar, aprendí cómo es que quiero que
sea mi sociedad y cómo no quiero que sea y, que mis decisiones no deben ser
influenciadas por nadie ya que son sólo mías. Aprendí en Filosofía, a desmembrar
la información y a recategorizarla mediante mis propios criterios, que todo
está conectado de alguna forma y que todo tiene un por qué, hasta los mismos
por qué. En Ciencias Políticas, aprendí a no tener miedo a preguntar, a no
callarme mis opiniones, a debatir con argumentos contundentes y a que nada de
lo que diga está mal ni tampoco bien; siempre habrán matices. Ahí entendí que
la política no es tan mala como parece, que es necesaria en toda organización
y, que si considero que es mala debería intentar arreglarla en vez de llenarme
la boca de palabras que nunca expresaré a sus responsables. También, no hay que
olvidar otros cientos de cursos que llevé y que llevaré, no menos importantes
que los que he nombrado, pero que convertirían esta breve carta en toda una
enciclopedia.
Con ustedes, no sólo aprendí de
memoria hechos que luego me ayudarían a tomar decisiones ni fórmulas que me
harían pensar como jamás imaginé, sino que aprendí a seguir mis convicciones,
aprendí a defender mis ideales, aprendí que si yo quiero un cambio en el mundo
es hora de iniciarlo yo misma y, aprendí que gracias a todo lo que he aprendido
a lo largo de mi vida gracias a la lectura puedo darle voces a los mudos y
puedo lograr cosas que parecen imposibles. Puedo hacer todo lo que me proponga
porque tengo las herramientas, porque cada vez que leo un libro cuestiono todo,
porque cada vez que llego a una conclusión me la replanteo miles de veces y,
porque asimismo mientras escribía esta carta la he re-escrito cientos de veces;
ya que cada vez que hago algo sé que puedo hacerlo mejor.
Les estaré eternamente agradecida
por todo lo que me han dado… Si tan solo, todas las personas que se crucen por
mi camino supiesen que todo se lo debo a ustedes…
Atte,
Una eterna estudiante.
lol... qué feeling soy
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