Tan cerca pero tan lejos


La miraba yacer en el lecho, tranquilita, risueña, mientras la briza mañanera acariciaba su nívea piel y las cortinas de tul revoloteaban felices, como queriendo rozarla. Tapada con las sábanas color marfil hasta la cintura, respiraba hondo, soñando en paz. —¡Que envidia! —pensó al volverse hacia su rostro relajado, fresco, tan playa, tan ella.

Él recostado al otro lado de la cama la contemplaba con la comisura de los labios casi hundida, aguantando una sonrisa. Mirándola con amargura, de esa que surge al reprimir los sentimientos más básicos del ser. Queriendo tocarla, acercándose, deseándola, hasta quedar a un palmo de distancia de esos sublimes labios, deseando poseerlos, hasta sellarlos.

De pronto despertó. Miró a los ojos a su acompañante y tembló de frío. Acababa de experimentar una sensación congelante, que la había hecho estremecer dejándola erizada. Miró el espacio que había en la cama, miró a través de esa persona que daría todo por un minuto a su lado y no vio nada.


5 comentarios:

  1. Hola!!! buenas noches... pasa por mi blog que hay un premio para vos... un abrazo!!!
    http://almaparanormal.blogspot.com.ar/2013/10/primer-premio-al-blog.html

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    1. Muchas gracias! lo siento, he estado desaparecida de la blogsferia demasiado tiempo. Gracias!

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  2. Te he nominado a un premio en mi blog: http://bookswithsoul.blogspot.com.es/2013/11/mi-primer-premio.html
    Pásate para verlo :)
    Besos

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    1. Gracias!! ^.^ Me siento muy dichosa de tener tantos premios jajaja, pronto crearé una entrada en agradecimiento.

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  3. Muchísimas gracias!! Ando poniéndome al día con el blog, en cuanto me desocupe crearé una nueva entrada. :)

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