Feliz

Soy feliz cuando te veo sonreír, con ese gesto que me arrulla como una madre a su hijo y me dopa dejando solo una boba sonrisita en mi rostro que informa a mis allegados que hoy te vi.

Soy feliz cada vez que te recuerdo, fresca y desinhibida, cómo todo ser humano siempre debió ser, pero que sólo tú sabes rescatar de una naturaleza inocente que pocos recuerdan haber tenido jamás.

Soy feliz cuando me hablas, por más que sea de algo banal y que no tenga que ver con nada acerca de nosotros, un nosotros que solo yo sé y tu aún desconoces.

Soy feliz por tenerte cerca, porque alegras mis días con el solo hecho de saber que estás ahí, existes, y yo estoy aquí existiendo para ti.

Y cuando estás con él, también soy feliz. Porque te hace feliz, y porque sé que algún día ocuparé ese lugar, cuando esté preparado y tú también para hacernos felices mutuamente.

Y llorar, reír, amar, y volver a llorar cuando la muerte nos separe; para volver a reír y amar una vez la muerte nos una nuevamente, y ser felices toda la eternidad.